Belu Melamed vuelve a estar de actualidad. El motivo es la apertura reciente de su tienda obrador en Buenos Aires de la que hablamos en Dulcypas 498. Una de las grandes renovadoras de la pastelería desde Argentina, con una apuesta clara por la variedad y plenitud de sabores, salta ahora de su territorio habitual, la docencia, a la calle. Y para ello se ha aliado con su hermana, de oficio arquitecta, que le ha ayudado a dar vida a un local tan híbrido como encantador. El objetivo es que este espacio le permita mantener su labor formativa los lunes y martes mientras que el fin de semana se acerca a la calle para ofrecer sus pasteles frescos y sus especialidades horneadas. Es una nueva aventura que empieza con muy buen pie, pues en solo unas semanas ya ha merecido el interés y la curiosidad de muchos de sus seguidores y exalumnos, pero también la visita de vecinos y locales, que se atreven con los productos más clásicos de la casa y terminan animándose con las propuestas más personales.
De bien pequeña, Belén Melamed, Belu, soñaba con tener su propio salón de té en el que servir maravillosos dulces. Pero la realidad le fue alejando de ese sueño, y no porque dejara de crecer su afición y su oficio por la pastelería. Al contrario, fueron las experiencias reales, el día a día y la necesidad de ajustarse a una demanda de público y a unas rutinas de producción las que le hicieron ver que prefería dirigir sus pasos por otros caminos. Fue cuando descubrió en la docencia, en la oportunidad de compartir sus conocimientos y su visión creativa, su verdadera pasión.
Pero la vida da muchas vueltas y más todavía en los últimos años. Por eso, después de estar viviendo entre Uruguay y Argentina, la necesidad de volver a casa le empujó junto a su hermana a abrir una ventana al exterior. Es solo una ventana, una barrita con su vitrina y un espacio central en el que expone las especialidades de pastelería seca. Pero ha sido más que suficiente para plasmar en forma de tienda una pastelería bien personal, en un entorno acogedor dominado por tonos azul y blanco.
Del interiorismo y los acabados del local se cuida la hermana de Belén, Camila, mientras que los productos reflejan a la perfección la filosofía Melamed. Eso sí, no ha querido alejarse de algunos clásicos, de budines y cookies de estilo americano, incluso de unas masas con relleno a modo de alfajor que resultan atractivas para un espectro de público más amplio.
La moda de la vereda
Belu Melamed nos cuenta que en Buenos Aires y sobre todo después de la pandemia, está muy en boga pasar tiempo “en la vereda”, es decir al aire libre, en la acera, donde la gente se reúne y disfruta de algún producto take away. De esta moda se beneficia claramente su pastelería. Apenas un mostrador y un pequeño banco sirven o bien para recoger pedidos o bien para consumir al momento pasando un rato ahí en la calle.
Los fines de semana, cuando abren, suele haber tres referencias de pastelería fresca disponibles. Hasta la fecha, algunas de las que han tenido más éxito las comparte en este artículo con nosotros. También han gozado de bastante popularidad una tartaleta de arándanos y limón, las cookies, los cakes y esa especie de alfajores, con una irresistible versión a base de sablé de almendra y relleno caramelizado.
Belu Melamed se aleja de la pastelería más habitual en la zona, el dulce de leche, la tarta de limón y muchos otros productos ultra populares en la cultura repostera argentina. Su interés, como conocen bien los lectores de la revista, pasa por ampliar el registro de ingredientes habituales en versión dulce, inspirarse especialmente por los ingredientes de temporada y darle a cada creación un acabado personal. Es lo que va a procurar hacer también en su nuevo local, con especial interés por rotar y proponer cosas nuevas cada semana, pero sin perder de vista que si algún producto merece el favor del público, como la querida tartaleta Elsa dedicada a su abuela, merece la pena mantenerlo e identificarlo como una de las especialidades de la casa.
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