En tiempos donde la modernidad es sinónimo de aligerarlo todo, de descargar cualquier elaboración pastelera de su robusta personalidad primigenia, Grupo Vilbo presenta “La vieja pastelería”. Este lanzamiento editorial reúne elaboraciones de toda la vida, clásicas, vamos, por decirlo sin pelos en la lengua, “la vieja pastelería”. Porque a veces es necesaria la esencia, el producto que se ha mantenido fiel a una idea con el paso de los años e incluso de las generaciones. Esas especialidades que unen a su alrededor a personas de todas las edades con una debilidad común que es motivo de complicidad.

Quizá no sean un alarde de virtudes en cuanto a ligereza, descarga de dulzor o reducción de grasas, pero a su favor está su fidelidad con el original y el carácter pleno con que satisfacen los paladares. En “La vieja pastelería”, encontramos clásicos de las masas fritas como los buñuelos o los xuixos, emblemas de la pastelería con huevo como el turrón de yema o los tocinillos, masas atemporales como las cocas de Forner o las ensaimadas, productos con almendra antológicos como las tejas y la tarta de Santiago y muchas especialidades más que suman hasta 25 creaciones diferentes. El hilo conductor de todas ellas es que no pierden su atractivo con el paso de los años.

Para la confección de esta obra hemos contado con un equipo de primer orden, el profesorado de la Escuela de Pastelería de Barcelona, que ha recurrido a las sólidas bases de su centro para garantizar unas fórmulas respetuosas con el original e impecables en el resultado. El libro cuenta además con numerosas fotos paso a paso y con consejos y trucos para cada una de las elaboraciones.

Como reza en la solapa del libro, el propósito es: “reivindicar esa vieja pastelería que no es una pastelería vieja, sino eterna, que va desapareciendo en algunos casos y en algunas zonas, pero que resiste y perdura en la memoria, que ha hecho disfrutar a muchas generaciones y que supone un patrimonio cultural y gastronómico de incalculable valor”.

portada vieja pasteleria

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