La Asociación Española del Dulce (PRODULCE), que integra a 70 de las principales empresas del mercado, ha realizado un análisis del consumo de dulce en España durante el periodo de confinamiento comprendido entre el 15 de marzo y el 12 de abril a partir los datos de la consultora IRI.
Durante la primera semana, que empezó el 15 de marzo, los datos muestran un crecimiento muy superior, respecto a las cifras del mismo periodo del año pasado, en las categorías más asimilables a compra de aprovisionamiento como Cacao (+108,3%), Panadería (+80,6%), Galletas (+78,1%) y Pastelería y Bollería (+60,6%).
Una tendencia al alza que se revierte significativamente en la segunda semana cuando se produce una caída muy acusada en el aumento de ventas, con la única salvedad de la familia Cacao (+27,8%), que se mantiene durante las cinco semanas en unos niveles de altos y obtiene la mejor media de crecimiento del sector en este mes (+42,6%). Por su parte, Galletas (+4,6%) y Bollería y Pastelería (+5,1%) tienen un crecimiento muy débil, mientras que Panadería (+21,4%) casi duplica a la media sectorial de este periodo. La nota más negativa la recibe la familia de Golosinas (-2%).
Según este mismo análisis, la tercera semana marca un nuevo hito de aprovisionamiento, aunque más relajado, en Panadería (+31,2%), Cacao (+27,5%), Pastelería y bollería (+9,6%) y Galletas (+8,7%).
Si se analizan las últimas tres semanas, destacar la recuperación de la familia de Chocolates que muestra una media de crecimiento del +20,5% y de la categoría de Panadería que consigue una media del +28,6%. En el lado opuesto se encuentran los apartados de Galletas y Pastelería y bollería que cierran con crecimientos del 3,4% y 4,6% respectivamente.
“El comportamiento de las diferentes familias de producto dentro del sector del dulce ha sido muy diferente y atendido a motivaciones de compra muy dispares. Así, mientras familias como las galletas, bollería, cacao, pastelería y panificación han formado parte de esas compras de aprovisionamiento de las familias españolas, otras como chocolate y golosinas han tenido un papel mucho más discreto”, afirma Rubén Moreno, secretario general de la Asociación. Además, asegura que la reposición de productos en lineal ha atendido, en un primer momento, a asegurar el abastecimiento de los productos más demandados y de carácter básico, “lo que en muchos casos ha hecho que las categorías con un consumo más de indulgencia (como golosinas y chocolates) hayan sido relegadas a un segundo plano, ante las tensiones de aprovisionamiento y reposición sufridas en el sector del retail”. Estos productos de indulgencia, prosigue, han mostrado mejor comportamiento “cuando la confianza del consumidor se ha restablecido y el confinamiento normalizado, dentro de lo anormal de la situación”.