Este lunes 23 de agosto nos ha dejado Eduard Crespo, figura emblemática de la panadería y uno de los grandes impulsores del oficio en España. Nacido en 1951, era la tercera generación de una familia entregada al buen funcionamiento de la Fleca Balmes en Barcelona, un establecimiento histórico que con Eduard al frente ganó multitud de reconocimientos. A este maestro panadero le debemos, por ejemplo, el Pan de Sant Jordi, creado en 1988 y que hoy tiene un gran éxito por toda Cataluña.
Creativo e inquieto, Eduard destacó en la elaboración de panes artísticos, lo que le valió incluso para ser Campeón del Mundo de Panadería Artística 1992 en París. Su experiencia fue clave para el desarrollo en los últimos años del equipo Los Espigas, donde ejerció de Seleccionador Nacional. Actualmente había cedido el liderazgo de Fleca Balmes a su hija Georgina Crespo.
Desde Dulcypas nos sumamos al pesar de todo el sector y trasladamos nuestro más sincero pésame a familia y amigos.