Hoy nos hemos levantado con la triste noticia del fallecimiento de Lluis Morera, maestro chocolatero barcelonés, a los 74 años de edad. Polifacético, pionero, artista, comerciante y un gran conversador, con opiniones que no solían dejar a nadie indiferente.

Morera consagró su vida al chocolate, aunque pocos saben que empezó trabajando en un banco en Barcelona, “la verdad es que me aburría. Al pasar un día por la pastelería Santa Clara, cerca de Vía Laietana, vi un cartel en el que pedían un aprendiz. Entré y me quedé cinco años”. Esto es lo que nos comentaba en una extensa y jugosa entrevista, que no tiene desperdicio y que publicamos en 2007 en Dulcypas.

Recorrió infinidad de pastelerías en varios países hasta que abrió su propio negocio en Terrassa a principio de los años 70. Sus innovadores sistemas de trabajo y su visión comercial le sirvieron también para colaborar con la industria asesorando a marcas tan relevantes como Chocovic o Chocolates Valor.

Es recordado en 2004 su Récord Guiness tras confeccionar el corazón de chocolate más grande del mundo, para el que empleó 7.000 Kg, que llenó la Plaza Colón, en pleno centro de Madrid. Ese mismo año se unió a la familia de Chocolates Brescó, en Benabarre (Huesca), donde permanecía en la actualidad como director.

No menos recordada era una de sus frases, que solía pronunciar en las conferencias que impartía, y que hacía referencia a la “alegría de la vida: chocolate, sexo y rock and roll”.