Bizcocho de praliné, un interior de manzana y un toque de limón y merengue de almendras son los ingredientes del Sant Bartomeu, el pastel de Igualada (capital de la Anoia, Barcelona) ideado por Josep Maria Guasch de la histórica pastelería Targarona.
El espacio Fulgentia, en la Basílica de Santa Maria d’Igualada y delante de patrón de la ciudad Sant Bartomeu, ha sido el escenario escogido para presentar este dulce “creado frente a la alta demanda de clientes que piden un pastel representativo, apto para transportar y que aguante hasta llegar a casa”, apunta Guasch.
Targarona espera que este postre, elaborado 100% con ingredientes de la Anoia, se sume a los dulces tradicionales de Igualada. Su packaging también está hecho en la comarca por el diseñador Albert Ramoneda, quien ha buscado sobre todo construir una caja que lo mantenga en buenas condiciones durante días.