Momentos antes de anunciar el nombre de la nueva Pastry Queen, parecía que todo estaba cantado en la ceremonia de entrega de premios. La japonesa Tomomi Futakami había demostrado una gran regularidad y se había llevado casi todos los premios especiales, postre en vaso, tarta de chocolate y organización. Sólo la francesa Laetitia Moreau le había hecho sombra con los premios a la mejor pieza artística de azúcar y el postre al plato. Pero contra pronóstico, la norteamericana Cher Harris, entrenada por Susan Notter, que no salía en ninguna de las quinielas, sorprendía adjudicándose la victoria en la general. Susan Notter que había competido en la edición anterior llevaba la lección bien aprendida. La segunda plaza ha sido para la nipona y la tercera para la francesa.

Ha sido una competición que no ha brillado por la excelencia de los trabajos, ni siquiera en la categoría más mediática, la pieza artística, en la que se insiste en reproducir la estética clásica y en demostrar virtuosidad técnica con motivos florales. Algo que se ha alejado de una interpretación más acorde con el tema de esta segunda edición, la Evolución del Cine, y en lo que hemos coincidido con miembros del jurado como Sonia Balacchi (vencedora de la primera edición).

En la próxima edición de Dulcypas ofreceremos un reportaje ampliado de la contienda.