El Vendrell (Tarragona) se convierte en parada obligatoria en la sexta entrega anual de DPAS, el objetivo es conocer una de las pastelerías más dinámicas de la zona y tener en cuenta las claves de su éxito basado en masas horneadas populares con un compromiso innegociable con la calidad y el producto de proximidad. A continuación os ofrecemos un fragmento del reportaje nacido de la completa visita que tuvimos oportunidad de realizar a su establecimiento.
La reforma integral de la tienda de L’Obrador Oriol Rossell ha dado un nuevo dinamismo a la venta diaria con una imagen inspirada en las bakeries de San Francisco. Oriol Rossell y Maria Vidal han dado un nuevo impulso a la degustación con una mayor rotación de clientes y rapidez en el servicio. Y todo gracias a un rediseño de la pastelería que está dando una mayor visibilidad a una de las grandes especialidades de la casa, las cocas.
La nueva tienda L’Obrador Oriol Rossell se inauguraba en marzo de 2019, gracias a eso han podido enfrentarse a la epidemia con un año de rodaje y una experiencia aprendida
Cuando se marcaron el año 2019 para reformar su tienda, en la calle del Nord de El Vendrell (Tarragona), Oriol Rossell y Maria Vidal nunca imaginaron la suerte que iban a tener. En apenas dos meses y medio, Inda Studio Bcn había dado forma a su idea, un interiorismo inspirado en las bakeries de San Francisco, mientras que la empresa 4 Retail había hecho su parte también en la ejecución de las obras en el tiempo estipulado. La nueva tienda L’Obrador Oriol Rossell se inauguraba en marzo de 2019. Una reforma que si se hubiera realizado un año más tarde se hubiera encontrado inmersa en una crisis sanitaria sin precedentes en el momento más vulnerable de un proyecto como éste. En cambio de esta manera ha podido enfrentarse a la epidemia con un año de rodaje y una experiencia aprendida.
Se trata de una reforma que hacía tiempo que les rondaba por la cabeza y que consistía en dar una mayor centralidad al “take away”. Es una decisión que con la Covid-19 se ha visto reforzada porque se ha adaptado perfectamente a los nuevos hábitos de consumo. Otro objetivo de la reforma era imprimir más dinamismo y rapidez al servicio, tal y como se suele ver en estas bakeries de San Francisco. “Creemos que la pastelería del futuro ha de ser más rápida y pensada para que haya una mayor rotación de clientes”, sostienen. Buscaban, además, un cambio de imagen que también tenía como referente estas bakeries, con un interiorismo de aire industrial, donde se diera un paso más en la visibilización de todo lo que sucede en el obrador y más allá. “La idea era superar el concepto de obrador a la vista para dar un paso más e, incluso, mostrar el almacén, los productos que usamos, los sacos de chocolate, de aceite, etcétera”, asegura.
"La idea era superar el concepto de obrador a la vista para dar un paso más e, incluso, mostrar el almacén, los productos que usamos, los sacos de chocolate, de aceite, etcétera”
En el nuevo local han potenciado mucho la presencia de las cocas dulces y saladas. En este sentido, el impacto visual del expositor central de las cocas es uno de los grandes reclamos de la pastelería. “Mucha gente nos dice que le llama la atención este expositor, que parece un gran mural o una biblioteca de cocas”, dice con orgullo. Otras de las líneas de producto con más importancia son la bollería, los individuales y un surtido de mini-bocadillos poco convencionales, con combinaciones como tartar de remolacha con pan de remolacha; mango con queso brie; roast beef con pan de curry; y carrillera con pera, espinacas y queso brie. Y es que en L’Obrador Oriol Rossell siempre han diversificado el negocio hacia la parte salada, “reivindicando el salado desde la pastelería”, apuntan. No en vano, “la mayoría de los pasteleros de nuestro obrador son, en realidad, cocineros convertidos en pasteleros”, recuerda Rossell.
“En la pequeña barra instalada en la parte exterior del establecimiento cada mañana se forma una tertulia exprés para empezar con energía la jornada. La gente intercambia información sobre cómo está viviendo esta situación, etcétera”
El servicio de cafetería ha sido crucial en esta nueva etapa, cambiando totalmente el ritmo y la dinámica diaria de la tienda, afirman ambos. “El nuevo protagonismo que tiene el café nos ha permitido entrar en un contacto mucho más directo con el cliente y crear ambiente en la tienda”, añaden. Este servicio también da pie a trabajar más el día a día porque con la taza de café suelen pedir algo más, como una pieza de bollería, un bocadillo, etcétera. Además durante estos meses de pandemia ha sido una oportunidad para pulsar “cómo la gente estaba viviendo estos momentos, intercambiando información sobre esta situación, etcétera”, dice Oriol Rossell. Todo esto es algo que se ha puesto de manifiesto de forma muy clara en la pequeña barra instalada en la parte exterior del establecimiento, donde cada mañana se forma una tertulia exprés para empezar con energía la jornada.
“Siempre hemos tenido muy claro que si cuidas a tu equipo ellos harán lo mismo con la clientela”
Los taburetes del interior, la barra exterior y las mesas de la terraza forman un salón de degustación de servicio rápido, al más puro estilo de las bakeries americanas. Como consecuencia se ha rejuvenecido la clientela, con un trato de proximidad y una buena experiencia de compra. “Siempre hemos tenido muy claro que si cuidas a tu equipo ellos harán lo mismo con la clientela”, explica Maria Vidal. Es algo que ha sumado enteros en la buena trayectoria de una tienda que, además de la crisis sanitaria, ha tenido que superar el obstáculo de unas obras que han afectado durante muchos meses la calle en la que se encuentra la tienda.