Cambian los tiempos, los hábitos de consumo, las formas de viajar y Monplá no quiere quedarse atrás. Tras cinco semanas de obras, la pastelería presenta una imagen totalmente renovada. "Es el tercer cambio de estética que realizamos en nuestros 46 años de historia y en esta ocasión hemos querido llevar a cabo una reforma integral de fachada y de concepto", afirma su propietario Salvador Pla.

Hace dos años, Pla viajó a París para ver establecimientos del sector y volvió con la idea clara de "no crear una boutique de joyería donde sólo entrara gente elitista, quiero llegar a todos los públicos". De ahí que ahora ha decidido suprimir el escaparate y ofrecer dos puertas de entrada, ya que cree que "cuanto más abiertas estén las puertas, más invitan a entrar".

La tienda, de 50 m2, se divide en dos espacios bien diferenciados: panadería / bollería artesana y pastelería. "La panadería y bollería se presentan en un rincón muy cálido y rústico, decorado con madera, mientras que la pastelería y bombonería se muestran en un espacio exclusivo, de madera de color blanco que siempre da amplitud y en vitrinas empotradas en la pared para que no haya un muro entre el dependiente y el cliente, pudiendo ofrecer una atención personalizada", detalla.

El chef valenciano, elegido Pastelero Mundial de 2018 por la Unión Internacional de Panadería y Pastelería (UIBC), tiene "una ilusión tremenda por esta reforma y estoy muy contento con la buena aceptación que está teniendo entre los clientes". Además, avanza que durante la inauguración oficial, que será el jueves 19 de septiembre, presentará un nuevo producto de viaje.