Pastelería Mallorca se ha marcado como objetivo reinventar el dulce estrella de Pascua en Madrid. La compañía familiar presenta este año una torrija de trufa negra junto con el chef Nino Redruello de Fismuler, restaurante con el que ya colaboró el verano pasado para elaborar y vender su popular tarta de queso. Lo más destacable de esta versión es la utilización de un producto de temporada como la trufa, que se suele asociar al mundo salado, por lo que el contraste es aún mayor.
Inspirada en la French Toast con trufa de Redruello, es un postre con una base de torrija tradicional, de pan de brioche calado en leche e infusionado con canela y piel de naranja y limón, al que se le incorpora una crema semimontada de chocolate blanco y trufa. Además, el plato se finaliza rallando trufa negra en el momento de servir y se recomienda comer con las manos.
Para Redruello, “esta colaboración un homenaje a este postre honesto, sincero, castizo y de toda la vida. Además, creo que es el mejor ejemplo de como un plato humilde, como es la torrija, puede hacer experimentar el máximo placer en tan solo unos bocados".
Con este lanzamiento, Mallorca da el pistoletazo de salida a un ciclo de colaboraciones que ha puesto en marcha con motivo de su 90º aniversario.