Una delegación española formada por Adolfo Romero, Jordi Guillem, Miguel Ángel Morillo, Martín Belmonte, José Manuel Marcos Candela y Migue Señoris, capitaneados por el presidente de Anhcea, Marco Miquel, viajó a la MIG esta semana para participar en dos demostraciones multitudinarias. Contaron con el patrocinio de Artglace y en su organización con la implicación directa de la periodista gastronómica Luciana Polliotti, entre otras personalidades.

La primera demostración, el día 27 de noviembre, tuvo lugar en una velada en un majestuoso castillo del siglo XIII, el hotel Castelbrando, ante un público exclusivo compuesto por prensa internacional, representantes de asociaciones como Artglace y del tejido empresarial del sector de todo el mundo. Al día siguiente, los españoles actuaron en una demostración de la MIG ante un público profesional numeroso. Cada año la representación de un país invitado realiza en la feria una exhibición especial en la que pone en valor su dominio en el oficio y su creatividad.

Ambas demostraciones llevaban por título El Origen y la Memoria del Helado Artesano. En ellas mostraron su habilidad en los campos dulce y salado a través de helados, postres, platos salados y esculturas artísticas. Estas creaciones giraron en torno a tres ejes temáticos, la naturaleza, la infancia y la experiencia de los miembros de esta delegación en los campeonatos internacionales en los que han participado. 

Ponencia durante el MIGTal y como concretó Adolfo Romero, “presentamos unos 360 platos, copas gastronómicas y tartas”. Para los helados seleccionaron sabores que les recuerdan a los diferentes campeonatos y a la infancia, como la almendra, la miel, la naranja, vainilla, frambuesa, pistacho y la mostaza. La naturaleza también tuvo un papel destacado. Estuvo presente a través de sabores como el ciervo, productos de montaña, así como representaciones de caracoles, hojas y troncos en la pieza artística. El tronco simboliza el origen de la propia naturaleza.

Marco Miquel subrayó la calidad del trabajo presentado que sirvió “para reivindicar y situar en lo más alto el nivel del sector heladero español”. Además “aprovechamos para crear sinergias con otras asociaciones de heladeros, tanto en Europa como en Sudamérica”, añadió.

Por su parte, Luciana Polliotti, que calificó esta experiencia de extraordinaria, destacó las innovadoras propuestas de los españoles. En su opinión, algunas de las que dejaron más huella fueron “el helado gastronómico de mostaza maridado con un tartar de venado, un plato con un helado muy elegante lleno de colores y sabores evocadores, así como la tarta helada, perfecta al corte, presentada sobre una excepcional escultura de azúcar blanco sobre blanco”.  En general, la degustación de estas elaboraciones provocó el recuerdo de “dulces momentos de infancia, también entrañables encuentros con familia y amigos”, aseguró.

Además, el heladero Beppo Tonon honró a la delegación española con un cuadro de cientos de rosas esculpidas por él, que exhibió en ambas demostraciones.