La Selección Nacional de Panadería Artesana (Los Espigas) ha vuelto a subir al podio en el campeonato internacional Bread in the City, que se ha celebrado en la feria Sigep Rímini del 18 al 22 de enero.

El equipo, compuesto por el alicantino Santiago Mariel y el valenciano Joan Serra, y dirigido por el seleccionador José Roldán y el director técnico Jesús Sánchez, ha logrado una segunda merecidísima plaza. El oro ha sido para China y el bronce para Italia.

Había una gran presión, ya que España logró el oro en la pasada edición. Y el resultado no ha decepcionado. “Estamos super contentos y orgullos. Hemos ido a competir con expectativas muy altas porque nuestro trabajo era muy bueno. Nuestra estrategia ha consistido en intentar conseguir en todas las elaboraciones y piezas una nota media-alta para entrar en el podio. China ha hecho un trabajo impecable”, asegura Roldán.

Los puntos fuertes de Los Espigas han sido “el sabor y la creatividad, así como la unión de todos, hemos sido una familia. Nos une una gran amistad y tenemos una gran confianza unos con otros”, prosigue. “Ahora me acuerdo de todo el trabajo que hemos realizado durante tanto tiempo, y todas las horas que hemos pasado fuera de casa para preparar este campeonato”. En total, ocho meses, muchas reuniones online, cinco entrenamientos completos, timings muy estudiados, “todo esto no hubiera sido posible sin el apoyo brutal de mi compañero Jesús Sánchez, de los ganadores de la anterior edición, Samuel Suárez y Daniel Flecha, y de la magnífica organización del evento por parte de Club Richemont Italia”.

Roldán, además, recuerda que “llevamos ya 5 años en el top 3 a nivel mundial y eso ya nadie nos lo va a quitar. Siempre voy a defender la unión de la panadería española”.

Para Santiago Mariel, “Bread in the City era un reto muy grande, por representar a la selección española que es un orgullo, y también por poder trabajar con José, Jesús, Joan, Samuel, Daniel… me he sentido muy arropado y he aprendido muchísimo”. El joven panadero reconoce que han sido jornadas muy intensas, con mucho cansancio, “dejando a un lado nuestra vida, pero nos une la pasión por la panadería, y teníamos muchas ganas de competir y hacer un buen papel”. Durante la competición, “todo ha salido perfecto, como estaba previsto. Sabíamos que había países fuertes, pero no esperábamos tanto nivel de todos los participantes”.

En el próximo número DPAS 513 dedicaremos un reportaje más amplio sobre la actuación de España en este concurso.