El 2 de mayo se estrenó Objetivo Mondial du Pain, un interesantísimo y completo documental sobre la preparación y participación de Yohan Ferrant, Enric Badia y Marta San José, como representantes de España en el Mundial de Panadería en 2021 en Nantes. Una competición en la que consiguieron una merecidísima segunda plaza a base de muchas horas de trabajo.

Abel Rosado, director y realizador de este documental, ha sabido ‘ìnfiltrarse’ y reflejar el estrés, el esfuerzo y la autoexigencia de estos tres grandes panaderos a la hora de enfrentarse al Mundial.

Tal como se explica en esta pieza, Ferrant, director de la Baking School Barcelona de Sabadell, escogió para representar a España a Enric Badia y Marta San José (ayudante), los alumnos más destacados de la primera y la segunda promoción del Máster en Panadería Artesana de Excelencia que imparte la escuela. “A nivel humano, han sido dos personas que siempre me han transmitido buena vibra. A nivel profesional… la gente no tiene idea de todos los esfuerzos. 14 horas y media al día trabajando de lunes a lunes, no hay descanso”, asegura en el vídeo. Este campeonato, añade, “no es solamente difícil porque es muy técnico. Es difícil porque requiere muchísimo trabajo y también piña. Crear piña es lo más difícil en este oficio. Aquí hay tres panaderos que nos llevamos bien y que uno que dirige a los demás que juegan la música”.

Maria San José y Eric Badia en un entrenamientoEl proceso ha sido largo, de aproximadamente unos 10 meses, estresante, pero muy positivo. A Badia le ha “hecho conocer productos de manera muy concreta e intensa, y me ha hecho más fuerte como persona y como panadero”. Para San José ha sido un reto porque “hemos dormido poco, hemos entrenado mucho, llegábamos cansados a cada entreno porque a nivel mental no hemos parado de pensar cómo crear piezas y cómo evolucionar piezas que nos gustaban, pero a las que les faltaba algo”.

Tras visionar el vídeo, queda claro que la obtención de la medalla de plata se debe, en gran medida, al rigor, ambición y exigencia de Ferrant, que dirigió a Badia y San José en todo este camino. Para el chef francés, “el Mundial es una pelea constante contigo mismo, no a nivel de panadero, sino a nivel de llegar a la excelencia, teniendo en cuenta que para mí la excelencia es la complejidad de la simplicidad”.

Las expectativas antes de la final eran “estar dentro del top 6, que además nos permitiría seguir compitiendo porque estos seis mejores competirán al cabo de un año para saber cuál es el mejor. También sería genial llevar a España al podio con los dos grandes favoritos como son Japón y Francia”, argumenta Badia. Sin duda, las expectativas se superaron. España quedó segunda y compartió podio con Japón e Italia, pese a haber sufrido un contratiempo con la pieza artística que se rompió y se tuvo que rediseñar.