El roscón de Reyes es uno de los postres más consumidos en las fechas navideñas y en enero en Madrid. Posiblemente éste sea uno de los motivos por los que este 2021, pese a la pandemia, se produzca un incremento de ventas en las pastelerías artesanas de la comunidad respecto al año pasado. Según estimaciones de la Asociación de Empresarios Artesanos del Sector de Pastelería de Madrid (ASEMPAS), se consumirán más de dos millones y medio de unidades. Eso sí, las piezas de 500 gramos y con reducción de azúcar van a ser las protagonistas debido a las restricciones impuestas por el coronavirus y a las últimas tendencias de consumo. Además, un 50% de consumidores optará por el relleno de nata o trufa, y el precio no experimentará apenas variación. La Asociación, presidida por Juan Antonio Martín, constata además la creciente tendencia por adquirir el roscón realizado artesanalmente (sin conservantes ni otros añadidos) y consumido unas horas después de su elaboración y su compra.
Esta preferencia por comprarlo en pastelerías artesanales también la secunda la Asociación Española de la Industria de Panadería, Bollería y Pastelería (Asemac). Sin embargo, la entidad presidida por Felipe Ruano asegura que se va a vender un 10% menos que el año anterior cuando se comercializaron 30 millones, y en líneas generales, se imponen los tamaños más pequeños. Esta caída de ventas está sobre todo provocada, según Ruano, por una reducción de un 40% o 50% de ventas en el canal Horeca.