El I Concurso Nacional de Estudiantes de Pastelería, celebrado en Intersicop, se salda con un rotundo éxito de participación y reafirma el futuro del oficio. Paola Pons, de la EPGB, consigue la victoria, con Carlos Merino (Iteppa) en segunda posición y el valenciano Federico Martínez (Escuela de Pastelería de Valencia) completando el pódium.

Ha sido sin lugar a dudas el concurso pastelero más importante de cuantos  han tenido lugar en los últimos años. Y no exageramos. ¿Por qué?  Podríamos enumerar varios motivos, pero nos centramos en tres.

En primer lugar una participación de record absoluto, con un total de 24 escuelas en la pugna, y con lista de espera, lo que demuestra que hay toda una generación de futuros pasteleros formándose en estos momentos y preparándose para coger las riendas del sector.

En segundo lugar, porque el nivel medio demostrado por todos los participantes fue más que aceptable, y en algunos casos nos atrevemos a calificar de brillante. Hay que tener en cuenta la juventud de los candidatos y las diferencias entre los centros a los que cada uno representaba, pero con todo y con eso, el balance es y debe ser positivo.

Y en tercer lugar, porque es un concurso que en su espíritu y en su filosofía, antepone el “hacer oficio” a la competitividad. Ganó la representante de la Escuela de Barcelona, seguida del asturiano y con el valenciano en tercera posición. Pero por encima de todo, ganó la pastelería.

No te pierdas el amplio reportaje que publicaremos en Dulcypas, con las recetas vencedoras y las principales imágenes de lo que dio de sí esta exitosa primera edición.