La pastelería, aunque podría parecer limitada por comprender solo la parte dulce de la gastronomía, tiene en realidad un sinfín de posibilidades. De hecho, prácticamente cualquier alimento contiene azúcar de forma natural y admite un lado (o varios) que casa perfectamente con el universo dulce y goloso. Las posibilidades son tantas que, por ejemplo, en formato pequeño y con vocación de producto de impulso, nos han sorprendido recientemente la creatividad y el acierto de algunos chefs devotos del chocolate. Es lo que podemos apreciar hojeando la edición 513 de DPAS.
El segundo número del año contiene los tres mejores bombones de España, además de otras delicadezas en chocolate, en formato galleta y hasta rindiendo homenaje al clásico polvorón. Nos encanta apreciar cómo la creatividad y el talento de grandes profesionales encuentra una expresión única y singular en formatos tan reducidos de uno o dos bocados.
La huella de Martín de Luca que marca la diferencia (y conduce a la victoria)
Para cualquier amante de la bombonería artesana, Quetzalcoaltl de Martín de Luca es un ejercicio de innovación impresionante.
El bombón con el que la pastelería Hofmann se ha proclamado vencedora absoluta del concurso al Mejor Bombón Artesano de España 2025 dedica una atención especial a la base, sobre la que efectúa dos técnicas muy innovadoras. Por un lado aplica un efecto de terciopelo y por otro imprime un sello con la ayuda de calor, como si de una pala de quemar de toda la vida se tratara. En el interior, el bombón se convierte en un adictivo homenaje al haba de cacao, gracias al sabor cítrico del gelificado, a la ganache de caramelo especiado y al crujiente elaborado con una pasta de almendra con su punto justo de sal de Guérande. Apreciarlo y degustarlo, en dos bocados por supuesto, es una experiencia altamente recomendable.
Estamos contando los días antes de que la pastelería ponga ya a la venta este bombón.
El capuchino elevado a joya chocolatera de Manuel Aldao
Muy a la zaga del bombón de Martín de Luca, desde la Pastelería Tolosana de Almudévar (Huesca), Manuel Aldao presentó su original capuchino, o K-Puchino, que terminó en segundo lugar.
Este bombón tiene un encamisado casi transparente que permite ver las capas de su interior, unas capas que juegan a emular los niveles de un capuchino con su azúcar (toffee) en el fondo, la ganache de café en el centro, la espuma reconvertida en marshmallow y el polvo de cacao, que aquí es el original cierre crujiente de esta genialidad chocolatera.
Los de Tolosona ya han presentado el bombón entre sus clientes, un bombón que está causando sensación en todo Aragón.
Acidez, albaricoque y virtuosismo en el tercer mejor bombón de Alexandra Navarro
Para sorpresa de muchos (y de los propios protagonistas), la Pastisseria Sant Llehí (Exalta Chocolates) repitió tercera plaza en el concurso al Mejor Bombón de España. Para ello, Alexandra Navarro concentró en dos centímetros cúbicos una infinidad de matices y sensaciones alrededor del albaricoque fermentado japonés, también conocido como umeboshi. Muchos matices en texturas, en sensaciones ácidas, cítricas y chocolateras que además querían servir de homenaje a la naturaleza.
Geoda, el nombre del bombón, hace alusión a esas piedras con bonitos marmoleados. Los tonos rosados además están conseguidos de forma natural, utilizando remolacha en el chocolate exterior.
El “palito” de mango con acabado rústico de Cristina Ramón
Si el chocolate en pequeño tamaño se convierte en un irresistible snack, en este formato de stick relleno, la responsable de pastelería Mimpi en Sabadell lo eleva a una nueva dimensión de placer gastronómico. Para ello, Cristina Ramón incorpora un toffee de mango y un crujiente de cacahuete salado.
Para darle la presencia que se merece, la joven emprendedora aplica un raspado en el exterior de la pieza que le confiere un atractivo y a la par moderno efecto rústico.
Un homenaje al polvorón con reminiscencia mudéjar, la almendra vista por Adrià Rodón
En los numerosos lugares que recorre el número 513 de DPAS se incluye una parada en Sevilla, destino del más reciente encuentro del colectivo de pasteleros 21ºBrix.
La almendra se convirtió en el punto de partida de la inspiración de un grupo de profesionales que mantiene su voluntad de celebrar la amistad y compartir creatividad en materia dulce. Para ello, el invitado Adrià Rodón trajo, desde su Culinary Institute de Barcelona, un original homenaje al polvorón. Original desde la presentación, con una estética mudéjar que combinaba perfectamente con el nombre de la pieza “Al-mendralus”, y original también en su ejecución, pues utiliza la maltodextrina de tapioca para obtener la clásica textura arenosa del dulce. Además cambia la manteca de cerdo por una grasa de jamón ibérico. Una delicadeza única e innovadora que acompañó una jornada enteramente dedicada a la creatividad en pastelería y de la que en la revista ofrece un estimulante resumen.
Dos galletas únicas para recordar el potencial singular de las pasta de té
Cristina Ramón de la pastelería Mimpi (Sabadell) y Nicolás Montserrat de la pastelería Echeto (Jaca) coinciden en las páginas de la segunda entrega anual de DPAS para hacer del formato pasta de té un producto especial y delicado.
La primera se centra en una pasta sucrée de pistacho troquelada e intercalada con rellenos de frambuesa y pistacho, tal y como apreciamos en la portada de este post. El logo de la pastelería aparece con un original disco de chocolate blanco que completa tanto la presentación como los elementos de degustación.
Por su parte, la quinta generación de la centenaria pastelería Echeto de Jaca, en manos de Nicolás Montserrat, transforma su producto más emblemático, el caramelo de piñones Besito, una especie de guirlache a base de este fruto seco de origen nacional, en una pasta de té que incluye tanto un toffee del caramelo como una gianduja exterior inspirada en el mismo sabor único de piñones. El colofón de la pieza también es un sello con el logo de la pastelería, un recurso más que redunda en la distinción de un bocado muy especial.