No deja de ser paradójico que en una situación tan complicada como la que aún seguimos padeciendo, el Campeonato al Mejor Maestro Artesano Pastelero de España, más conocido como MMAPE, haya resurgido y lo haya hecho con una brillantez inusitada.

Es verdad que la primera piedra para este éxito se puso ya en la edición anterior con un cambio radical en el reglamento. Para ser MMAPE no bastaba ya con ser el mejor del concurso, sino que había que superar una nota, concretamente había que alcanzar un 8 sobre 10 en la puntuación total. Además, el jurado estaba formado por profesionales capacitados para entender y evaluar en su justa medida los trabajos que se presentaban, algo que no siempre había ocurrido en el pasado.

Jurado del MMAPEAunque en esa edición de 2019 ningún candidato consiguió el objetivo, sí que se lanzó un mensaje muy claro. Por fin el MMAPE era un concurso serio. El jurado asumió la responsabilidad y las críticas tras dejar el campeonato desierto, pero ya todos sabían que se había instaurado un criterio profesional que garantizaba una evaluación rigurosa pero justa.

Tras haber fijado los pilares de la renovada competición y tras el obligado aplazamiento de un año por la pandemia, llegaba esta edición de 2022. La organización, con acierto, decidió que el jurado en su mayoría fuera el mismo de 2019, para mantener así el mismo criterio e idéntico nivel de exigencia.

Y todos los asistentes pudimos comprobar con enorme satisfacción que el MMAPE volvía a ser el MMAPE, ese concurso vibrante, cargado de emoción, en el que los aspirantes, o al menos la mayoría, traen consigo lo aprendido y ensayado durante largos meses, con mucho esfuerzo, con un enorme sacrificio y con no pocas renuncias personales y familiares.

El MMAPE volvía a mostrar trabajos de gran mérito artístico, con combinaciones de sabores y texturas bien encontradas. Y todo ello ante un público expectante que se agolpaba cerca de los escaparates para captar personalmente lo mucho y bueno que allí se presentaba.

Marcos Díaz y Hans OvandoFinalmente, Hans Ovando y Marcos Díaz se convertían en MMAPE, y lo hacían con total merecimiento. Ambos demostraron estar preparados para ser embajadores de la mejor pastelería española.

Desde pasteleria.com y DPAS queremos felicitar a los nuevos MMAPE y al resto de concursantes por haber conseguido prepararse en difíciles circunstancias y aún así ser capaces de ejecutar un trabajo más que digno. Felicitamos asimismo a la CEEAP por la organización, a su gerente Loli López por su constancia, y al jurado, con Carles Mampel al frente por mantenerse firme en su exigencia y su profesionalidad a la hora de evaluar los trabajos presentados.

El MMAPE ha vuelto y promete darnos buenas noticias en ediciones venideras. Que así sea.

Desde aquí os emplazamos a todos a la revista Dulcypas, donde publicaremos en el próximo número todos los trabajos, las recetas de los dos ganadores y muchos otros detalles de la que ha sido la mejor edición del MMAPE de los últimos lustros.