Para celebrar los 30 años de la caída del muro de Berlín, que tuvo lugar el 9 de noviembre de 1989, Patrick Roger ha realizado una réplica en chocolate del muro, de seis metros de largo y tres metros de alto.
Roger tardó una semana y empleó uno tonelada de chocolate para hacer esta obra, que se ha instalado temporalmente en las vitrinas de una sus boutiques parisinas, en la 225 rue du Faubourg Saint-Honoré de París. Además, el 9 de noviembre, como símbolo de la apertura de oeste a este, rompió una parte de este muro dulce.
El chocolatero y escultor también ha presentado bombas de grafiti en chocolate negro cubierto con almendras procedentes de sus plantaciones, que representan la libertad encontrada y que se pueden adquirir en cualquiera de sus tiendas.
Acto de presentación con simulacro del momento de "la caída del muro", en esta ocasión de puro chocolate: