El sábado tuve la suerte de presentar el acto “Huesca sabe a chocolate. Ayudando a recordar” en el Centro Cultural El Matadero de esta ciudad aragonesa. La velada tenía que servir entre otras cosas de presentación, es decir, de inicio y puesta de largo de la colección “Los 3 Mejores Bombones de España”, con las propuestas ganadoras del concurso organizado por esta casa y firmadas por Alexandra Navarro (Exalta Chocolates), Alan García (Le Llamber Manin Sucre) y el “dj residente” Raúl Bernal (Lapaca). Pero el evento también significaba una culminación, es decir, la consecución de un proyecto propuesto por Raúl Bernal y seguido con entusiasmo por los otros dos chocolateros que formaban parte del podio, la empresa de cartonaje Calidulce y por supuesto nuestra revista.

Es el final de un viaje que como os podéis imaginar no ha sido fácil, sobre todo porque había que poner de acuerdo y coordinar logísticas entre tres pequeños artesanos procedentes de lugares dispares de nuestro territorio, Huesca, Asturias y Tarragona. Un esfuerzo importante y un ejercicio de generosidad mutua, para entender que el bombón de uno puede y debe compartir protagonismo con los bombones de otros, y no tanto por fines estrictamente comerciales. Lo importante ha sido sumar esfuerzos en un ejercicio común que sirve para amplificar el altavoz que pone de relieve la excelencia en bombonería. Y a todo esto añadid una causa benéfica, la que implicaba la entidad Alzheimer Huesca, que acompaña a enfermos y familiares de esta enfermedad y cuyo ánimo, como explicaba durante la presentación su representante Alicia Sipán, es acabar con la estigmatización que la sociedad hace de las personas que lo padecen.

Tres días de elaboración en 20 minutos

Pues bien, en un clima de fiesta y solidaridad y con una audiencia entregada, disfrutamos del minucioso trabajo de estos chocolateros, de los matices que puede albergar una creación de poco más de un centímetro cúbico y 10 gramos de peso. Fue una pequeña proeza, concentrar en menos de media hora por chocolatero el trabajo de unos bombones que a menudo llevan más de tres días de elaboración, pero mereció la pena. Y encima agotaron las existencias de las primeras 100 cajas que se presentaban de esta colección limitada.

Raúl Bernal cargó de emotividad su actuación recordando las dificultades que atravesó para dar con el bombón ganador y entregarlo a tiempo en la fecha del concurso. También aprovechó para lanzar un mensaje de júbilo y orgullo a sus paisanos oscenses. Huesca acoge al mejor bombón de España. No solo eso, Raúl, Huesca acoge a una bellísima persona, a un profesional que sin duda está entre los mejores de su oficio en todo el país y a un establecimiento, Lapaca, que merecería lucir en las mejores capitales del mundo, por personalidad, repertorio y calidad de sus productos. Desde luego, los vecinos de la ciudad tienen motivos de sobras para hincharse de orgullo al darse cuenta de hasta qué punto esta gesta del mejor bombón ayuda a hacer destacar Huesca en el mapa de la chocolatería española artesana.

Ganar visibilidad, estar en el mapa

Pero esa visibilidad que gana Huesca en realidad es bilateral. Porque un oficio como el de pastelero artesano también merece ganar presencia en otro mapa, el del conocimiento a pie de calle. Es que Alexandra Navarro apenas pudo explicar los dos primeros pasos del pintado de su bombón antes de agotar la mitad de su presentación. ¡Qué trabajo más fascinante del que la mayoría de nuestros ciudadanos no son conscientes! De la búsqueda de sabores únicos, con ingredientes tanto locales como exóticos, del juego de texturas dentro de un bombón, de la exigente precisión de temperaturas para no estropear el trabajo y de los bonitos acabados con que redondean cada propuesta… apenas saben nada.

Surtidos con los tres bombonesSí, sin duda, la presentación de ayer sirvió para poner en el mapa todo este trabajo a una audiencia de cerca de 300 personas, feliz, que se marchó admirada por el espectáculo presenciado y satisfecha por la experiencia de degustación. Y la conclusión por mi parte, además de volver a insistir en lo afortunado que me sentí por tener la oportunidad de presentar y acompañar a estos jóvenes chocolateros en su colección conjunta, es justamente esta: pongamos más a menudo en el mapa el gran trabajo que hacen los artesanos del sector. Comuniquemos mejor y demos más visibilidad a la labor de precisión técnica, compromiso con la calidad y sensibilidad artística con la que la mayoría de profesionales y establecimientos del país elaboran su oferta a diario. Es algo que no nos podemos quedar para nosotros, entre los representantes de un sector. Tenemos la oportunidad de dar más visibilidad, de ponernos en el mapa, y de obtener a cambio la inmensa recompensa de un mayor reconocimiento social.

Tropical Films, Ayuntamiento de Huesca, Carpintería Castellar y el Gremio Provincial de Pastelería de Huesca pusieron ayer su granito de arena para que “Huesca sabe a chocolate” fuera un éxito de función. Solo deseo que, como la presentación del sábado de los 3 Mejores Bombones, haya muchas otras iniciativas en todas las ciudades del país y con los grandes chefs chocolateros, pasteleros y panaderos que trabajan en ellas como protagonistas.

Otras crónicas de la velada:

El Heraldo de Aragón

Diario de Huesca

Fotos Verónica Lacasa

El vídeo de resumen (Tropycal Films)