Tras varias participaciones poco afortunadas en los últimos años, la recompensa ha llegado en esta séptima edición de la Copa del Mundo de la Heladería, celebrada recientemente en el marco de la feria Sigep en Rímini (Italia). El equipo formado por Adolfo Romero, Marc Piqué, Mario Masiá y Judit Comes, bajo la batuta de Antonio Sirvent, obtuvo un merecido segundo puesto, después de la campeona y anfitriona Italia. Australia completó el pódium.
El equipo español presentó un trabajo altamente destacable en el apartado estético, incluso recibieron el premio especial al mejor buffet de presentación, y algo menos brillante en cuanto a la degustación. Su fábula de Caperucita Roja destacó sobre los demás escaparates por creatividad, por adecuación al tema, por pulcritud y perfección, por riesgo y por novedad. Sin disimular su alegría, los españoles subieron al pódium en medio de una gran ovación de las abarrotadas gradas.
Italia consiguió su cuarta victoria en la historia de la competición, con un equipo capitaneado por Diego Crosara y formado por Luigi Tirabassi, Alberto Carretta, Antonio Capuano y Amelio Mazzella, y con un trabajo dedicado a “los contrastes del mar”.
La Copa del Mundo de la Heladería regresará dentro de dos años, sin Italia, y con el regreso de Francia (ausente en esta edición por haber sido la vencedora en 2014).