El pasado sábado 14 de octubre terminaba en Milán, en el marco de la Host, la primera edición del Campeonato Mundial de Panettone por Equipos. Después de cuatro días de elaboraciones en Verona, en las instalaciones de la firma Polin, y una jornada final para la presentación de los productos y las degustaciones en la citada feria, Italia se proclamó vencedor absoluto de la competición además de vencer en cada una de las modalidades a concurso, es decir, mejor panettone innovador (salado), mejor panettone de chocolate y mejor panettone clásico (de frutas). Detrás suyo, le siguieron en el podio los equipos japonés y argentino respectivamente.

España por su parte, con un equipo formado por Rafel Aguilera, Ton Cortés y Jose Manuel Marcos Candela, terminó su actuación sin subir al podio general, pero recogiendo numerosos premios especiales, como los de Mejor Buffet de Presentación, Mejor Trabajo en Equipo y Mejor Dossier de Presentación. El combinado español también mereció la segunda plaza empatada para el Mejor Panettone de Chocolate, y la tercera plaza en el Mejor Panettone Clásico de frutas. Curiosamente, uno de los productos que mas alabanzas mereció durante el desarrollo de la competición por algunos miembros del jurado, el panettone salado de tomate con jamón ibérico, no alcanzó el podio.

Jose Romero durante la participación en el Mundial Jose Romero, entrenador del equipo español, compartió unas palabras al final los 5 días de competición, “estamos exhaustos pero desbordados de felicidad”. Y no es para menos, una competición de estas características, con un producto tan emblemático de la cultura italiana, suponía un esfuerzo extraordinario para destacar entre los 10 países participantes, con escuadras tan potentes como las también ganadoras Argentina o Japón, además de Taiwán, Francia o Alemania entre otras.

Además de los ya citados miembros del equipo español, no fue menos importante el papel de los suplentes del equipo, el sevillano Alfonso Quintero, Daniel Jordà y Miquel Saborit. Una estela de grandes figuras de nuestro país vinculadas a este producto que estuvieron arropadas especialmente en Milán por un gran número de amigos y seguidores que no se quisieron perder la gesta.

El balance en general no podía ser más positivo, y más si por ejemplo se tiene en cuenta la importante presencia de grandes chefs pasteleros franceses, empezando por Pierre Hermé, pero también con Thierry Bamas entre los miembros del jurado. Sin embargo, fue justamente el combinado francés uno de los que no consiguió ni un solo premio de consolación en toda la contienda. Todos los detalles cuentan, conscientes de ello, el equipo español mostró fortaleza, unidad, espíritu de equipo y una actuación impecable y seria, que ayudó a concederle el mérito de ser el país europeo, aparte de Italia, en subir más veces al podio a recoger un reconocimiento.