Del 30 de septiembre al 3 de octubre, Barcelona acogió la séptima edición de uno de sus festivales gastronómicos más populares: Tast a la Rambla. El evento registró en estos cuatro días más de 95.000 asistentes y 140.000 degustaciones, cifras que “superan las expectativas previas y la respuesta ciudadana en tiempos de pandemia”, afirman desde la organización. El público fue mayoritariamente local, con un 63% de barceloneses, un 22% de turistas internacionales, un 6% de la provincia de Barcelona y el resto de otros puntos de Catalunya o del Estado.

Brioche de tartar de salmón del restaurante TelefèricAunque la tapa más vendida fue el brioche de tartar de salmón marinado con ralladura de lima, mayonesa de sriracha y avellanas caramelizas del restaurante Telefèric, cabe destacar el apartado pastelero con la participación de seis destacados establecimientos. Brillaron en especial L’Atelier Barcelona, que convenció con el Cono Reus, una versión helada de la pasta de té que ganó la última edición del Premio Dulcypas, con helado de vainilla, caramelo y trocitos de la galleta campeona. Lo propio hizo Escribà, que entusiasmó a la gente con el Escribanet de lemon pie. Por su parte, Ochiai optó por pasta choux de matcha-yuzu, Mervier Canal participó con Fraisier, una galleta de mantequilla, mousse ligera de pistacho y pasta de fruta de fresa y frambuesa, Oriol Balaguer presentó un cheesecake con sorbete de mango-pasión, galleta y lima y Gelateria Da Gallo reivindicó un postre italiano como es el cannolo relleno de queso ricotta de oveja y granillos de pistacho de Bronte D.O.P.