Los concursos asociados a especialidades pasteleras siguen proliferando por todo el país, con la intención no solo de poner en valor las raíces artesanas de estos productos sino también de impulsar la excelencia en su elaboración. Con esta premisa en mente, la Escuela del Gremio de Pastelería de Barcelona celebró este 1 de diciembre la primera edición del Premio al Mejor Turrón de Yema Quemada de España, una cita que volvió a contar con un más que notable respaldo del sector, ya que se presentaron a concurso más de medio centenar de turrones.
El jurado, integrado por profesionales de la talla del Lluc Crusellas, Alberto Díaz y Elias Miró, y en el que también estuvo Dulcypas, acabó por determinar que el turrón ganador era el elaborado por Toni Roig, de la emblemática Pastisseria La Colmena en Barcelona, que acumula más de 150 años de historia. La empresa láctea Remy Picot ejerció de patrocinadora del evento.
De hecho, La Colmena es ya actualmente muy popular por sus turrones, de los que llega a elaborar cientos al día durante las fechas próximas a Navidad. Como nos explica el propio Toni Roig, “en los días de Navidad podemos llegar a elaborar unos 800 turrones diarios y las colas pueden superar la hora”.
Esta primera edición del concurso se ha convertido en el premio al turrón de yema quemada canónico, un guiño a la finura que tantas veces esconde la tradición. De la pieza ganadora el jurado puso en valor aspectos como la calidad del caramelo quemado, y del mazapán interior, que combinó suavidad de textura e intensidad gustativa de la almendra. “En mi caso, presenté el turrón recién quemado, por lo que el crujiente se mantuvo bien. En cuanto al mazapán, me gusta refinar personalmente la almendra, cuidando especialmente que no se noten granillos cuando después se mezcla con el azúcar”, apunta Roig, que mantiene una inquietud por afinar la receta en cuanto a azúcares desde hace más de 10 años.
Más adelante en Dulcypas daremos con detalle las singularidades de este primer turrón de yema quemada ganador.