La cantera de la Chocolate Academy de Barcelona parece inagotable. Por sus instalaciones han pasado nombres hoy ilustres, como Raúl Bernal, Miquel Guarro, Rubén Álvarez, Marta Martín, Pepe Isla o Lluc Crusellas, entre otros muchos. En DPAS #478 nos fijamos en Adrià Rodón, chef junior de este centro, que pese a su juventud ya atesora algunas de las señas de identidad profesional de la casa, como la extremada pulcritud, la perfección, la creatividad con sentido y la sensación de que su camino va a ser largo y fructífero. Valgan como ejemplo las dos creaciones que ofrece en exclusiva en su primera aparición en la revista. Ambas se caracterizan por una espectacular presentación que se suma una trabajada combinación de sabores encaminada al deleite gastronómico. En definitiva, un ejemplo más de que el talento no tiene edad. Se tiene o no se tiene. Y en este caso lo tiene.
¿Cuándo y por qué decides dedicarte a la pastelería?
Desde que era muy pequeño tenía curiosidad y me sentía muy atraído por el mundo de la cocina y la pastelería. Siempre me fijaba en lo que cocinaban mis abuelas en casa y me gustaba ayudarles, sobre todo cuando hacían tartas. Y desde entonces tuve claro que en un futuro quería formarme y dedicarme a este sector. De alguna manera podría decir que sí, es pura vocación, ya que en mi familia soy el único que me dedico al mundo de la hostelería.
¿Cuál ha sido tu trayectoria profesional, formación, obradores...?
Empecé a formarme en 2013 con 16 años en la Escola Superior de Hostelería de Barcelona, allí estudié cocina y empecé a descubrir el mundo de la pastelería, mientras lo compaginaba con un trabajo de cocinero. Con 19 años realicé las prácticas en el restaurante Azurmendi en el País Vasco, después estuve trabajando como cocinero y pastelero en un restaurante de mi ciudad, Mataró, llamado Bocca. Fui descubriendo que el mundo de la pastelería era lo que más me gustaba y decidí formarme en ello estudiando un curso en la escuela Jesuïtes de Sarrià con Lluís Costa y Albert Roca como profesores, compaginando los estudios y mi trabajo en el obrador de la Pastisseria Sauleda, en Sant Cebrià de Vallalta. Justo después en 2018 tuve la oportunidad de hacer un stage en la Chocolate Academy dónde después me ofrecieron incorporarme al equipo en el cual sigo actualmente.
Formar parte de la Chocolate Academy es cumplir uno de mis sueños, ya que considero que es un referente en el mundo de la pastelería y poder trabajar aquí era uno de mis objetivos.
¿Qué significa para ti formar parte de la Chocolate Academy?
Formar parte de la Chocolate Academy es cumplir uno de mis sueños, ya que considero que es un referente en el mundo de la pastelería y poder trabajar aquí era uno de mis objetivos. Aparte, es un placer poder trabajar junto al fantástico equipo humano que la compone, con Josep Maria Ribé, Enric Monzonis, Albert Daví y Mini Von Arend.
¿Dónde te ves dentro de 10 años?
No sé dónde estaré dentro de 10 años, pero me gustaría moverme por diferentes ramas del sector y sobre todo seguir con las mismas ganas e ilusión. Y, si tengo la oportunidad, algún día abrir mi propia pastelería.
Cada vez me gustan más los acabados orgánicos en los pasteles, pero limpios, elegantes y bien ejecutados.
¿Quiénes son tus maestros pasteleros de referencia?
Para mí, mis maestros han sido todos aquellos que me han enseñado las bases y técnicas de la pastelería pero que sobre todo me han enseñado a disfrutar de este oficio, como Albert Roca y Lluís Costa que fueron mis profesores; Xavier Puigvert y Mateu Closa de Pastisseria Sauleda, y cómo no, mis compañeros de la Chocolate Academy, Josep Maria Ribé, Enric Monzonis y Albert Daví. Como pasteleros de referencia tengo a Ramón Morato, Enric Rovira y algunos de los grandes de la pastelería francesa.
¿Cuáles son las tendencias actuales de la pastelería artesana que más te seducen?
Cada vez me gustan más los acabados orgánicos en los pasteles, pero limpios, elegantes y bien ejecutados. Y creo que la pastelería actual tiene que desmarcarse con el uso de la mejor materia prima en las elaboraciones y el uso de productos de temporada.
Fotografías Ivan Raga