Ayer, 9 de junio, se celebró un año más la gran Gala de la Pastelería Catalana, organizada conjuntamente por el gremio de Barcelona y el de Girona. Una gran fiesta que reunió a más de 350 personas en las dependencias de ESCI-UPF en la ciudad condal con el objetivo de siempre: poner en valor el oficio y reforzar la cohesión de los profesionales de pastelería artesana.
Traspasando fronteras
La EPGB aprovechó esta gala para distinguir a dos chefs internacionales por su colaboración desinteresada en la formación de sus alumnos. Por un lado, Tejasvi Chandela, una de las grandes impulsoras de la nueva pastelería india, y, por otro lado, Bruno Andreoletti, un referente en las masas fermentadas italianas.
La clausura de premios la protagonizó el mítico e histórico profesor de la EPGB, Sergi Solsona, que se retira. Sus compañeros, con el director Olivier Fernández a la cabeza, le rindieron homenaje, le hicieron subir al escenario y le entregaron una placa conmemorativa.
Jóvenes con mucho potencial
Pero los galardones no acaban aquí. Ruth Gou recibió el premio Alumni de la EPGB por su ascendente trayectoria desde que dejó la escuela. Con menos de 30 años, ya ha sido escogida como uno de los 100 jóvenes talentos de la gastronomía 2020 y ha abierto la Pastisseria Gou a Palafrugell.
El colectivo Taula Dolça (Osona) fue reconocido como proyecto innovador por su labor de difusión y promoción de la pastelería artesana a todos los públicos y su actividad en toda clase de eventos. Recogió el premio Arnau Arboix, quien se mostró muy agradecido y recordó la importancia de hacer atractivo lo artesano a las nuevas generaciones.
El premio al Relevo Generacional fue para David Peréz, exalumno de la EPGB y al frente de la Pastisseria El Cigne en Manresa. El establecimiento, fundado por su abuelo Artur Blaya en 1964, se ha modernizado con la tercera generación con una oferta de semifríos como la mousse de tres chocolates.
Antoni Llavina, de Pastisseria Llavina en Centelles, recogió el premio a pastelería en entorno rural. Fundada en 1929, quiere ofrecer lo mejor de la zona a vecinos y visitantes, por lo que combina dulces con una selección de productos de proximidad.
Jordi Reverter y Anna Negre, de Fleca i Pastisseria Nèctar (Cassà de la Selva), fueron destacados como pasteleros emprendedores. Quinta generación del negocio, han incorporado a la oferta helados artesanos, creaciones de vanguardia y especialidades com el Carrac, un pa de pessic de chocolate con crep de vainilla, todo bañado con chocolate.
También fueron distinguidos el Gremio de Pastelería de Huesca por su vínculo y su actividad a favor del dulce, que estuvo representado por Tolosana y Raúl Bernal, quien dedicó unas bonitas palabras a la EPGB, Pere Camps y la ciudad de Barcelona. Y Joan Solé por su colaboración con el sector desde Solé Graells y ahora en Gastrocultura Mediterránea.
El premio al Personaje Dulce se concedió al periodista Toni Soler que el año pasado dedicó el número 25 de la revista El món d’ahir a la historia del dulce. En su discurso confesó que es un enamorado de la pastelería y que su producto favorito es cualquier cosa que lleve crema.
Familias de larga tradición pastelera
Durante el evento se entregó un reconocimiento a tres familias por su exitosa trayectoria empresarial. La familia Escribà, pionera y estandarte de la pastelería barcelonesa que inició su recorrido en 1906 y hoy tiene al frente a Christian Escribà, que se marca como máxima “ilusionar, sorprender y crear momentos irrepetibles”. La familia Brugués, con pastelería propia desde hace 46 años en l’Estartit (Baix Empordà) y conocida por especialidades como els Rocs de les Medes o les Pedres del Ter. Y la familia Puigdemont de Amer (La Selva) que nació como tienda de ultramarinos, pero acabó especializándose en dulces artesanos como los Capricis d’Amer, pastas secas con frutos secos parecidos a los carquiñolis. Recientemente perdió a uno de sus pilares, Núria Casamajó, que heredó el negocio junto a su marido y trabajó durante décadas.
Fin de fiesta gastronómico
Tras la entrega de galardones, los asistentes se desplazaron a la Fundació Escola del Gremi de Pastisseria y el Museu de la Xocolata para disfrutar de una cena-cóctel con propuestas de Paco Roncero, Jordi Vilà (Alkímia), Nil Dulcet (Compartir), Hugo Muñoz (Ugo Chan), Roberto Martínez (Tripea), Evaristo Triano o Ernesto Ventós (EVGastro). Los postres los elaboraron Jordi Roca, Bruno Andreoletti, Jesús Tolosana y Raúl Bernal.
El acto ha contado con el patrocinio de Calidulce, Farines Ylla y Ponthier, y la colaboración de Alhambra, Baluard, Cart Service, Vinemp, Torrons Mullor, Barry Callebaut, Jose Llopart, Mas Uniformes, la revista Dulcypas, Puratos, Dasluz, Run Design y Elefante.