Desde muy pequeña, Ester Roelas ha estado en contacto con la gastronomía. Creció ayudando en la pastelería de sus tíos en Coll de Nargó (Lleida) y con 16 años empezó a estudiar hostelería en la prestigiosa escuela Hofmann de Barcelona. Después de 10 años trabajando como cocinera, en el Restaurante Lluçanès de una estrella Michelin, cerrado en la actualidad, regresó a Hofmann para estudiar pastelería. Posteriormente, impartió cursos en diferentes centros.
En 2019 se unió al equipo de L’Atelier Barcelona de Eric Ortuño como jefa de obrador y en 2020, cuando estaba a punto de sumarse a Casa Cacao de Jordi Roca en Girona, estalló la pandemia y tomó la decisión de abrir su propia aula de formación online en Badalona (Barcelona), donde organiza formaciones presenciales, prepara asesorías para empresas y ofrece una amplia variedad de cursos en línea y masterclasses. Aunque la vocación de docente de esta chef no es nueva. Desde 2012 ha ido publicando toda clase de recetas, trucos y técnicas claves a través de un sencillo blog. De hecho, es una de las pioneras en impartir formación online de pastelería.
Con motivo del Día Internacional de la Mujer, hemos hablado con esta chef emprendedora sobre el talento femenino y la evolución del papel de la mujer en el sector.
¿Cómo ha evolucionado el papel de la mujer en los últimos cinco años?
Se está avanzando, pero aún hay mucho camino y trabajo que recorrer. Hay oportunidades, pero a las mujeres nos cuesta más, los hombres lo tienen un poco más fácil. Poco a poco se va avanzando y vamos por el camino correcto, cada vez hay más igualdad, pero aún queda camino por recorrer.
¿Las mujeres tienen las mismas oportunidades (reconocimientos, salarios…) que los hombres en pastelería?
Yo siempre he recibido los mismos salarios que mis compañeros en los sitios en los que he trabajado, pero hablo desde mi experiencia, no puedo generalizar.
Respecto a los reconocimientos, si nos fijamos, no hay ninguna mujer MMAPE (Mejor Maestro Artesano Pastelero de España) ni MMACE (Mejor Maestro Artesano Chocolatero de España). También es verdad que las mujeres no se presentan a este tipo de concursos, desconozco el motivo, porque sí hay talento. Si nos presentáramos y lo hiciéramos bien, creo que podríamos ganar.
“Visibilizar el trabajo femenino es una cuestión de todos, se trata de dar protagonismo a las mujeres que creemos que tienen talento”
¿Qué acciones se podrían llevar a cabo para visibilizar el talento femenino?
Es una cuestión de todos, se trata de dar protagonismo a las mujeres que creemos que tienen talento. En mi escuela, desde que organizo cursos online intensivos, siempre procuro invitar a dos o incluso tres mujeres que yo pienso que son buenas profesionales. En el de bollería invité a Marta San José, en el de pastelería a Julia Moreno, Saray Ruiz, Camila Fiol.
Las empresas y las marcas también tendrían que apostar por mujeres que piensen que tienen talento. No por el hecho de ser mujeres, sino por el hecho de creer que hay talento femenino, no solo masculino.
¿Quiénes son tus referentes femeninas en pastelería?
Tengo muchísimas referentes femeninas. A nivel internacional, me gusta mucho Camila Fiol en Chile. A nivel nacional, Saray Ruiz y Fátima Gismero. En Francia, Jessica Prealpato y Claire Heitzler. Melissa Coppel en chocolatería y en Corea Yun Eonyoung de Garu Haru. Todas hacen un gran trabajo y son muy buenas.
“A las estudiantes les aconsejo luchar, trabajar mucho y ser humildes, ya que en esta profesión falta un poco de humildad”
¿Has vivido alguna situación de discriminación en tu profesión por el hecho de ser mujer? ¿Y a la hora de abrir el aula?
La verdad es que ningún exjefe mío ha sido machista conmigo, me han podido tratar mejor o peor, pero de igual manera que a mis compañeros masculinos.
En el aula, sí que siento que por el hecho de ser mujer tienes que demostrar más que un hombre. Tengo la sensación de que debo mostrar continuamente que soy buena profesional y que merezco la pena.
¿Qué consejos darías a las estudiantes que quieren ser pasteleras?
Que trabajen mucho, que no quieran correr, que no quieran empezar la casa por el tejado. Al final, el talento habla por sí solo. Si tienes talento, da igual si eres mujer u hombre, seguro que al final acabas triunfando. Hay que luchar, trabajar mucho y ser humildes, ya que en esta profesión falta un poco de humildad.