Fotografías: Verónica Lacasa

Si hay algo que nos ha sorprendido especialmente durante los últimos meses es la aparición, consolidación y aumento de eventos gastronómicos dirigidos al gran público y que tienen a la pastelería como protagonista. ¡Ya era hora! Somos un país goloso que se toma muy en serio lo de comer bien, por eso los eventos culinarios, las ferias gastronómicas e incluso las fiestas populares con contenido alimenticio forman parte del día a día en cualquier rincón del país. Con la gran cultura dulce acumulada y con el talento que exhiben los grandes profesionales del momento, no se entiende la escasa popularidad de los maestros del dulce, salvo honrosas excepciones.

Así que son muy bienvenidas iniciativas que promueven colectivos como Taula Dolça en Osona, el Gastrodolç de Flix (Tarragona), una cita gastronómica organizada en Cuenca o Guadalcao en Sevilla. Recientemente, como hemos explicado en DPAS 509, también ha tenido lugar la Feria “Huesca es Dulce” llevada a término por el gremio de pasteleros de Huesca, sí, leyeron bien, el gremio.

Casetas temáticas, talleres y un homenaje

Los pasados 25 a 27 de octubre se celebró en Huesca capital la primera edición de la feria Huesca es Dulce, impulsada por el ayuntamiento de la ciudad en estrecha colaboración con el gremio de pastelería de la provincia. Un total de 13 establecimientos tuvieron un protagonismo destacado en el gran montaje desplegado en la plaza López Alué de la ciudad, con un mástil central que permitía cubrir todos los espacios.

Con una exposición permanente en forma de bonitas casetas de madera, todas rotuladas con el mismo tipo de cartelería, y en varias ocasiones en los tres días de celebración, los pasteleros tuvieron que reponer la oferta de especialidades gracias al éxito de público. El programa de actividades contó con profesionales de la talla de Miquel Guarro, Lluc Crusellas, Jordi Farrés y Paula Domènech, además de los chefs locales Raúl Bernal (Lapaca), Manuel Aldao (Tolosana) o Cristina Marco (Postres sin Gluten).

El momento estelar de los tres días de feria fue la entrega del premio Vicente Ascaso al pastelero barcelonés Christian Escribà. El pastelero catalán quiso agradecer el reconocimiento así como dedicar unas palabras a la figura del fallecido Vicente Ascaso. La alcaldesa de la ciudad, Lorena Orduna, manifestó su satisfacción por la experiencia y aplaudió el liderazgo de la ciudad en “la revolución dulce”. Su voluntad es dar continuidad a esta iniciativa en el futuro. Raúl Bernal también nos ha manifestado la alegría por el éxito de participación, especialmente la zona de talleres, a pesar de que el tiempo no siempre acompañara. El chef de Lapaca confía en que este evento, pensado para el público de a pie, pueda crecer todavía más en el futuro.

¿Salimos?

Esperemos que tanto Huesca como el resto de iniciativas citadas antes, sean el signo de un cambio de época, de un mayor reconocimiento social de los profesionales de las masas y los dulces, que se merecen cuanto menos el mismo aplauso que sus compañeros cocineros. Sin duda, los concursos de pastelería y de productos que gozan de una popularidad sorprendente y que se convierten en revulsivos de consumo, están ayudando a redescubrir el atractivo de ciertos oficios.

Sabemos que, sin clientes, la pastelería estaría condenada a desaparecer, así que conviene leer el tiempo actual, apreciar que el viento sopla a favor y tomar las calles. Nuestros oficios, nuestros productos, pueden ser las estrellas del próximo evento local que se organice cerca de donde vives. ¿Salimos?